
La Sabiduría te lleva a la Felicidad
“Cuando leí el Sutra del Corazón por primera vez, cuando tenía unos 18 años, me sorprendí y sentí mucha paz. Era una traducción muy corta del Sutra del Corazón en Japonés.
Si recuerdo qué parte me hizo sentir tan en paz, es donde dice “el fenómeno no tiene existencia real”. Creo que es una traducción de Shikisoku Zeku, que suele traducirse como “el fenómeno es vacío”. El fenómeno no tiene existencia real.
Pues bien, nos han educado en que la realidad es concreta y que no podemos movernos ni influir en ella, que sólo somos pasivos y tenemos que seguirla. Esa ha sido la educación y estaba fuertemente ligada a la visión de la vida y yo sufría mucho por ello, esta realidad con la que los adultos dicen que hay que vivir. Normalmente dicen que la realidad es ir a la escuela, ganar dinero, conseguir un trabajo, ir a trabajar y conseguir dinero.
Pero si el fenómeno no es la realidad, la existencia real, entonces no necesitamos estar atados. Si no necesitamos estar atados por el fenómeno, por lo que se dice de “la realidad concreta”, entonces ¿qué podemos hacer? Es crear el fenómeno, crear la realidad que queremos hacer.
Entonces, ¿qué nos enseña el Sutra del Corazón para que seamos capaces de iluminarnos y ver que el fenómeno no es la existencia real y que somos capaces de crear? ¿Cómo ser capaces de alcanzar este estado?
Hay seis prácticas, seis prácticas de sabiduría. Esto es lo que enseña el Sutra del Corazón. La primera dice que El Sutra del Corazón es Dana en Japonés, que significa Dar Mérito a los demás, para permitir que los demás reciban El Gran Amor del Gran Espíritu del Universo. El propósito de Dana, que es altruismo, es permitir que otros realicen el Gran Amor del Gran Espíritu del Universo.
Darse cuenta significa sentirlo, experimentarlo, y al final vivir con él. Y después empezar a transmitir a los demás que el Gran Amor del Gran Espíritu del Universo existe. Basándose en esto, las personas pueden cambiar su vida.
Por favor, escucha el Dharma completo aquí. Gracias
Música y texto por Ryokyu Endo
Voz por Belén Rodilla Celestino